martes, 26 de octubre de 2010

Los centros de tatuaje vascos aprueban en limpieza y suspenden en información

Vitoria.- Los centros de tatuajes y la perforación corporal (piercing) de las capitales vascas aprueban en limpieza e higiene, aunque fallan en información al usuario, según un estudio realizado por la revista Consumer Eroski.

Un tatuador realiza su trabajo en el brazo de un cliente durante el segundo Festival de tatuajes mundial celebrado en la localidad de Pattaya, Tailandia el pasado mes de mayo.

La valoración final ha mejorado respecto a un estudio similar realizado en 2004, pero sólo los centros visitados en Bilbao y San Sebastián superan el examen de la revista, que en el País Vasco visitó 24 centros (18 centros específicos y 6 de belleza y estética).

Los técnicos se hicieron pasar por clientes interesados en un tatuaje (siempre el mismo: una pequeña letra china en blanco y negro) y en el piercing más económico de acero quirúrgico.

El examen lo aprobaron con un mediocre 'aceptable' los centros visitados en Bilbao y San Sebastián, mientras que los analizados en Vitoria suspendieron con un 'regular'.

Por apartados, la mejor valoración de estos centros recae en la limpieza e higiene, puesto que tanto los visitados en Vitoria, como los de San Sebastián y Bilbao obtuvieron un satisfactorio 'muy bien'.

Esta buena valoración desciende en la evaluación de la información facilitada a los clientes: la peor calificación en esta materia corresponde a los centros de San Sebastián y Vitoria, que suspenden con un 'regular', mientras que los analizados en Bilbao reciben un 'aceptable'.

El coste medio de un piercing sencillo en las tres capitales vascas superó la media estatal de 30 euros: en Vitoria la diferencia es de 16 euros, en San Sebastián de 7 y en Bilbao de 6.

En tatuajes, sin embargo, el precio medio de un dibujo pequeño en blanco y negro en la capital vizcaína y guipuzcoana rondó la media (59 y 61 euros, respectivamente). Vitoria es con diferencia la más cara, puesto que supera los 74 euros.

Las deficiencias en la información a un cliente son varias: los técnicos comprobaron que en los centros de Vitoria y San Sebastián había escasa información expuesta sobre titulaciones sanitarias de los profesionales, sobre recomendaciones higiénico-sanitarias del local y cuidados posteriores.

De hecho, en ninguno de los seis locales visitados en la capital alavesa, y sólo en uno de la donostiarra, se observó un cartel de los riesgos de este tipo de intervenciones.

En cambio, en Bilbao se encontró abundante documentación sobre la cualificación del tatuador o el anillador, así como los diferentes diseños por los que puede optar el cliente.

En la mitad de los casos analizados en Bilbao y Vitoria, las explicaciones sobre la colocación de los piercing fue superficial y sin detallar; de hecho, en dos centros de la capital alavesa no ofrecieron explicación alguna a pesar de la petición del técnico.

En San Sebastián, en tres de los ocho centros visitados la información proporcionada por los dependientes sobre la colocación de tatuajes fue muy escasa.

Pocos reparos se hallaron en la limpieza e higiene observadas durante la visita: todas las zonas de trabajo y atención al público estaban separadas; todos los materiales ordenados, limpios y perfectamente guardados y ni rastro de suciedad en suelos y paredes.

En los once centros en los que se permitió que un técnico de la revista, siempre como supuesto cliente, viera in situ la colocación de un piercing o la realización de un tatuaje se observó que todos los profesionales llevaban guantes de látex de un solo uso, se lavaban las manos con frecuencia y la camilla tenía una sábana de un solo uso.

Fuente EFE

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